Aunque pueda resultar un tema polémico, en mi opinión, las barques del bou son las embarcaciones que practican la pesca de arrastre en las Islas Baleares. En el post numero 19 de este Blog publicado en mayo de 2015 se procuraba responder a la pregunta. ¿Qué es pesca de arrastre?. En aquel post ya se explicaba que las primeras barques del bou desde finales del siglo XVIII hasta los años 20 del siglo XX pescaron en pareja. El Diccionari català-valencià-balear de Antoni Maria Alcover y Francesc de Borja Moll explica que estas parejas de embarcaciones seguían, a la hora de pescar, el camino que les marcaban los vientos portantes y aclara que cuando posteriormente fue una sola embarcación la que tiraba del arte de pesca se denominó vaca. No obstante cuando la motorización permitió que se dejara de pescar en pareja para pescar individualmente los arrastreros de las Islas siguieron siendo llamadas barques del bou.
Las primeras barques del bou que empezaron a operar en las islas a finales del siglo XVIII eran llaüts. Embarcaciones de vela latina de no más de 12 metros de eslora con dos proas verticales y timón desmontable. Faenaban en pareja sin contar con propulsión mecánica ni para navegar ni para realizar las operaciones de pesca. Estas barcas de arrastre realizaban tiradas de arrastre de entre 5 y 20 millas dependiendo de la fuerza del viento y faenaban sobre la plataforma continental cerca de la costa y en casos excepcionales a más profundidad pero nunca a profundidades mayores de 150 metros.
El mismo Diccionari català-valencià-balear define Llaüt como embarcación de poco tonelaje armada con vela latina destinada a la pesca y al cabotaje. Hay referencias a la existencia de llaüts en los Països Catalans por lo menos desde 1249 y la reciente publicación de Bartomeu Homar y Bernat Oliver “El llaüt, la barca de la Mediterrania” toca todos los aspectos relacionados con esta embarcación que sirvió para pescar, comerciar, combatir y que hoy sirve casi exclusivamente para gozar en el mar.
Javier Pastor Quijada nos dejó una perfecta descripción del llaüt mallorquín en un plano trazado en 1978 a partir de un modelo construido por el Mestre d’aixa del Puerto de Soller Ignasi March (Revista Xabec del 3 de julio de 1993). Pastor explica que se trata de una embarcación muy extendida en el Mediterráneo y así encontramos embarcaciones similares como el pointú francés, la catalana del Languedoc, la parezella del Adriático, la dghaisa de Malta o el leudo del Golfo de Génova y mas en todo el Mediterraneo.
Pero desde que se empezara a utilizar el arte de arrastre por una pareja de llaüts a vela las embarcaciones fueron modificándose para adaptarse a esta modalidad de pesca. A tal punto que en la actualidad las barques del bou poco o nada tienen ya que ver con la estructura clásica del llaüt. Si las primeras barques del bou a lo largo del siglo XIX fueron llaüts de cierto porte pronto fueron reforzando el caso, ganando calado y el timón fue haciéndose más profundo.
Por la obra Die Balearen publicada por el archiduque Luis Salvador de Austria entre 1869 y 1891 sabemos que en 1872 en Mallorca había 14 barques del bou, 7 parejas, todas ellas operando desde el puerto de Palma. Por los dibujos que se incluyen sabemos ademas cómo eran aquellas embarcaciones, el arte de pesca que utilizaban y como pescaban.
Los Anuarios de Pesca de 1909 hasta 1912 registran una flota de 11 parejas de barques del bou, todas ellas con base en el puerto de Palma, aunque al parecer, en esos años empezó a practicarse esporádicamente esta modalidad de pesca en Soller, Andratx y Alcudia. Así mismo, por el Registro de embarcaciones de pesca inscritas a partir de 1924 sabemos que a partir de 1912 también se empezó a practicar la pesca de arrastre en Portocolom donde también se construían este tipo de embarcaciones, a partir de 1915 en Santanyi y hacia 1920 en Porto Cristo.
En el post numero 42 publicado en octubre de 2016 se abordaba el tema de Las generaciones de barques del bou de Mallorca. En aquel post identificábamos cuatro generaciones. La primera, la de las parejas de vela hasta la motorización que se produce en los años 1920. La segunda, la de las barques del bou motorizadas que pescan en solitario con motores de poca potencia, la tercera de las gamberas mayores y que empiezan a instalar motores más potentes y finalmente la cuarta, la de los arrastreros actuales. Quizás cabria distinguir en la primera generación los llaüts del siglo XIX que podemos ver en el dibujo del Die Balearen, de los del siglo XX que vemos en las embarcaciones que aparecen en las primeras fotografías de barques del bou.
También hay que tener en cuenta que entre una generación y otra se observan periodos de solapamiento más o menos largos. Manuel Gomez en 2004 llevo a cabo un estudio de la embarcación Nuevo Tomas y establecía tres generaciones que básicamente coinciden con las tres primeras descritas en el post de octubre de 2016. El estudio del Nuevo Tomas considera llaüts a las dos primeras generaciones mientras que llama barques del bou a la tercera. La tercera son barcas de hasta 20 metros de eslora y motores de 100 caballos o más de potencia. La segunda generación en cambio serian barcas de no mas de 16 metros de eslora. Esta segunda generación se iniciaría en 1920 en lugar de 1924 y por ello pese a estar marcada por la motorización con potencias de 20 a 50 caballos todavía incluye parejas a vela de menos de 12 metros de eslora. Nosotros hemos optado por iniciar la segunda generación en 1924 cuando prácticamente ya esta motorizada toda la flota y por denominar barques del bou a todos los arrastreros incluyendo los primeros llaüts, los llaüts modificados, las gamberas y las actuales embarcaciones de plástico altamente tecnificadas. En el post numero 36 publicado en abril de 2016 La pesca de arrastre en Mallorca I: La primera generación de barques de bou a vela hasta la motorización (1800-1920) se describía la primera generación de barques del bou.
Con la motorización y al abandonar la vela y la pesca en pareja, el palo de la vela se desplazó a proa quedando vertical y pasó a hacer funciones relacionadas con el manejo del aparejo de pesca. La popa se modifico a popa de cola de pato para alejar el arte y las puertas de la hélice propulsora. Apareció la caseta de gobierno por delante del palo dejando la mayor parte de la popa libre para las labores de pesca por detrás de la maquinilla y el guardacalor del motor. Los primeros motores fueron de 20 caballos de potencia, la equivalente al tiro que se conseguía arrastrando a vela pero pronto al tener que arrastrar el arte con una sola embarcación se instalaron motores de 50 caballos. El proceso de la motorización y la introducción de las puertas de arrastre se describe en el articulo “Los inicios de la pesca de bou en Alcudia.
https://docs.google.com/file/d/0BzrD9mVFQDO2WWgxOTFaemt5cVU/edit
La salida y la llegada a puerto de las embarcaciones de la segunda generación venia marcado por el tup, tup, tup característico de sus motores de dos tiempos que durante muchos años formó parte del paisaje de los puertos pesqueros de las Islas y que quedo grabado para siempre en el subconsciente de los que vivíamos en esos puertos. Esas barques del bou arrastraban el arte por popa pero lo viraban por un costado
La instalación de motores más potentes permitió el uso de artes de mayores dimensiones y ello obligo a continuar modificando las embarcaciones. La llegada en 1947 del Rafael Maroto supone el inicio de la época de las gamberas, barques del bou de tercera generación. En el post numero 22 publicado el 17 de septiembre de 2015 se cuenta la historia de El Rafael Maroto (1947-1982), la primera gambera de la flota balear. Las embarcaciones siguieron evolucionando y en 1960 se empezaron a instalar motores de dos pistones. En 1968 ya veíamos la proa lanzada en embarcaciones como el Moralti, el Altimor, el Ulises o el Bahia de Arta aunque otras como el Tonet conservaba la proa recta. Se paso a virar el arte por la popa y se impuso la popa de espejo.
La imagen del puerto pesquero de Palma en 1973 con El Pescador en primer término y el resto de la flota de arrastre por detrás anuncian los cambios que se producirán en años posteriores. En 1973 la Federación de Cofradías de pescadores de Baleares construyó con financiación pública El Pescador, una embarcación de investigación pesquera que se debía financiar pescando en algunos periodos del año. Si en 1947 el Rafael Maroto marcó el inicio de la tercera generación de barques del bou, esta embarcación de 500 caballos de potencia, equipada con modernos sistemas de posicionamiento, detección y monitorización de la pesca, casco plastificado y potentes maquinillas de pesca, una de ellas para el arte con sus malletas, marcó, cuando todavía seguían faenando embarcaciones de segunda generación, el inicio de la cuarta generación de barques del bou.
Las embarcaciones de segunda generación en los años 1960 habían incorporado los primeros ecosondadores pero fue en los años 1980 cuando la electrónica se introduce con fuerza en la flota y sobre todo en los años 1990 con la sonda a color, el plotter y el GPS. A partir de 1980, cuando la flota de arrastre de las Islas Baleares alcanzó su máximo tamaño con 100 embarcaciones, llegan los cascos de plástico, primero el Cisce y en 1988 el Pep Domingo y se van imponiendo. La imagen de las flotas de Palma y Andratx en el Puerto de Andratx en 1989 muestra la flota de barques del bou en su periodo de mayor desarrollo, el punto de inflexión. Entre 1991 y 1994, en los astilleros Vermell de Porto Cristo, se construyeron las últimas barques del bou de casco de madera en Mallorca, los Marjupe y la Marisita. En esos años, en que la flota empieza a disminuir, la típica caseta de gobierno de la segunda y tercera generación se convierte en un puente de mando de mayores dimensiones que incorpora otros usos como comedor y a continuación llegó la toldilla que cubre la zona de trabajo a popa procurando mejores condiciones de trabajo y mayor seguridad a bordo.
Si la llegada de El Pescador en 1973 había marcado un inicio de una época de cambios, la imagen de 1982 del propio El Pescador hundiendo al Rafael Maroto en el Freu de sa Dragonera, podría marcar el paso de la tercera a la cuarta generación de barques del bou.
En 1872 había 7 parejas de barques del bou de primera generación que faenaban a vela en la bahía Palma y en los primeros años 1920 ya eran 24 parejas que seguían faenando a vela. Esta flota suponía una potencia de pesca total equivalente a unos 1.000 caballos de motor y ya habían extendido la actividad a Alcudia, Santanyi, Portocolom, Soller y Porto Cristo. Transcurridos mas de 60 años, en los años 1980 se llegó al máximo tamaño de la flota con cerca de 70 arrastreros de segunda y tercera generación en los puertos de Mallorca, una flota que pese a ejercer una potencia de pesca total de más de 15.000 caballos no lograba unos rendimientos muy superiores a la de la flota de los años 1920.
En la actualidad la flota es de menos de 30 barcas, prácticamente todas ellas de cuarta generación, algunas de cerca de 60 toneladas de registro y 25 metros de eslora con motores en general de entre 500 y 1000 caballos y una potencia total de la flota por encima de los 20.000 caballos. La mayor parte de esta flota tiene Andratx, Cala Ratjada o Santanyi como puerto base aunque quedan algunas barcas en Palma, Alcudia, Soller, Pollensa y Portocolom. La flota sigue menguando, las capacidades de pesca y los costes creciendo pero curiosamente siguen sin lograr unos rendimientos muy superiores a los de la flota de los años 1920, la de la motorización con equipos propulsores individuales de 50 caballos y una potencia de toda la flota de unos 1.000 caballos. La pregunta obvia es, de seguir así ¿Tiene futuro la pesca de arrastre en las Islas Baleares?