Cabe preguntarse si son las barques del bou que se llaman así porque operan artes de bou o viceversa. Una de las teorías que pretenden responder a esta pregunta es la que explica que eran bueyes los que ayudaban a sacar a tierra los artes de tiro como las xavegues. Aunque los bueyes también eran utilizados para varar las embarcaciones una vez finalizadas las labores de pesca. Si fue por los bueyes que participaban en la pesca por lo que el arte se llamó bou, buey en catalán, lógicamente las barcas que usaban este tipo de artes se llamaron del bou. Pero también hay quien piensa que el nombre pudiera venir del latín bolus “acto de tirar redes” o incluso de la forma de cuernos del arte de bou. En cualquier caso, hay una segunda pregunta a plantearse, quizás más relevante y que viene a complicar la respuesta a la primera: ¿podemos buscar el origen de los artes arrastrados como el bou en los artes de tiro como el bolitx o la xavega?
Los artes de pesca de tiro eran virados desde una posición fija, una playa o una embarcación fondeada o inmóvil y en realidad se comportaban como artes de cerco. La jabega real, bolitx en las Islas Baleares, podría referirse a los artes tirados desde tierra y la jabega rebajada o jabega, xavega, art o artet en las Islas Baleares, al arte operado con ayuda de una embarcación. Existen otros muchos nombres que se dio a variantes de estos artes cuando se fue modificando su estructura y sus componentes a fin de mejorar su eficacia, o cuando basaron su nombre en el de su especie objetivo o simplemente cuando con el fin de eludir la legislación establecida para su uso simplemente se les cambió el nombre.
Juan Carlos Arbex en su libro “Los pesqueros españoles” publicado por la Secretaria General de pesca marítima en 1986 se refiere también al arte de vaca, que es un arte arrastrado tipo bou, y lo presenta como una posible evolución de artes de tiro cuando estos artes pasaron a ser arrastrados por embarcaciones. En la fotografía tomada en Portopí en la bahía de Palma de Mallorca en torno a 1910 vemos como se vira uno de estos artes de tiro. No obstante, si bien parece lógico que los rederos que armaron los primeros artes de arrastre tuvieran in mente los ya existentes artes de tiro, no está claro que los artes de arrastre sean una evolución directa de esos artes. Sea como fuere, por lo menos en las Islas Baleares, la denominación que prosperó para el arte de pesca de arrastre fue el de bou y Juan Carlos Arbex explica en un gráfico como operaban las parejas de barcas que empezaron a utilizar el arte de bou a la hora de calar y virar el arte.
En un primer momento los artes de arrastre mas conocidos fueron el gánguil, arrastrado por una sola barca pero con mecanismos que aseguraban su abertura horizontal, el bou arrastrado por una pareja de barcas y más tarde por una sola y la tartana un arte de varas que parece ser que nunca llego a ser utilizado en las Islas Baleares.
Dejado de lado el gánguil, un arte de pesca que utilizaba redes de malla tupida y que también ha quedado fuera de uso por su enorme impacto sobre los ecosistemas costeros, el arte de bou es actualmente el arte de arrastre más extendido en las pesquerías de todo el mundo. Este arte consiste en una red que forma un largo embudo que recoge el pescado concentrado por sus bandas y que termina en un saco o copo de malla más estrecha donde queda retenida la pesca capturada (#19. ¿Qué es pesca de arrastre?).
Joan Salvador Riera (1683-1725) en su Memòria sobre els peixos o sobre la pesca a les costes de Catalunya de 1722 describe 20 artes y aparejos de pesca y como artes de arrastre cita el gánguil, la tartana y el arte de bou arrastrado por una pareja de barcas. Las ilustraciones del Traité Général des Peches de Duhamel de Monceau publicado entre 1769 y 1782 muestran estas modalidades de pesca que también son citados en la Enciclopédie de Diderot publicada entre 1751 y 1772. El trabajo de Salvador , anterior a estos, también es anterior al Diccionario Histórico de los Artes de Pesca Nacional de Antonio Sañez Reguard publicado entre 1791 y 1795 el cual también cita al arrastre de bou en pareja y el ganguil y también incluye ilustraciones de estos artes.
No queda claro cuando se empezaron a utilizar estos artes de arrastre ni si son una evolución directa de los artes de tiro ni si el arte de bou llegó desde Francia a Cataluña o viceversa, ni tampoco cuando llego a Mallorca. Lo que sí se puede afirmar es que en Cataluña ya se utilizaba en 1722 cuando Salvador realizó su trabajo. Tomas Güell en 1736 dice que en 1710 en Cataluña vio barcas que pescaban con gánguil y tartana a tres o cuatro leguas de la costa, unas 10 millas y también que estos artes ya se utilizaban en Valencia en 1720. Sea como fuere, todo parece indicar que estos artes llegaron a Barcelona a finales del siglo XVII y desde un primer momento preocupó su impacto negativo sobre los fondos y las especies propias de sus caladeros. Sabemos que este impacto fue causa de conflicto del arrastre con los artes de tiro y que a su vez la anterior introducción de los artes de tiro también había sido causa de conflicto con los artes tradicionales. La introducción de ambas modalidades, el tiro primero y el arrastre después, fue muy polémica, no sólo por razones ecológicas, es decir por su impacto sobre el fondo de la mar y sobre las especies que en él viven, sino también y sobre todo por los daños que causaban a otros artes de pesca. Pero la gran eficacia a la hora pescar de los artes de arrastre, su relativa sencillez de manejo y en definitiva su rentabilidad se impusieron.
A raíz de este tipo de conflictos, en Mallorca en 1514 ya se había prohibido la pesca con xabega y bolitx en la bahía de Palma. Los pescadores que utilizaban artes tradicionales como palangres, nasas y redes de enmalle fueron los impulsores de la prohibición pero pronto tuvieron que dar su brazo a torcer. En 1785 volvieron a producirse conflictos similares cuando se empezaron a utilizar los artes de arrastre, en este caso los que protestaban eran los bolicheros y en un primer momento el arrastre también fue prohibido pero la prohibición duró poco.
Por la obra Die Balearen publicada por el archiduque Luis Salvador de Austria entre 1869 y 1891 sabemos que en 1872 en Mallorca había 14 barques del bou, 7 parejas, todas ellas operando desde el puerto de Palma y por los dibujos que se incluyen sabemos cómo eran aquellas embarcaciones, el arte de pesca que utilizaban y como pescaban.
Desde entonces hasta la motorización de las embarcaciones a partir de 1920, se sabe que en 1912 llegó a haber 11 parejas de barques del bou, todas ellas con base en el puerto de Palma y que a partir de entonces esta modalidad de pesca se extendió primero a los puertos de Soller y Andratx en la costa norte y de Portocolom en la costa de levante y a partir de 1915 a Santanyi y poco mas tarde en Porto Cristo.