#1. La pesca de la gamba roja (Aristeus antennatus) en la isla de Menorca

gamba transparente 2pLa gamba roja (Aristeus antennatus) se pesca en el talud continental de la Isla de Menorca, entre los 300 y los 800 metros de profundidad. En la actualidad hay 7 embarcaciones de arrastre con base en Menorca, 4 en Ciutadella y 3 en Maó, que frecuentan los caladeros de gamba. La explotación de estos caladeros por los arrastreros de Menorca se inició en 1959.

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Estas embarcaciones, en la actualidad, consiguen unos rendimientos de entre 5 y 10 Kg de gamba por hora de arrastre, lo que resulta, teniendo en cuenta que pescan unas 6 o 7 horas al día, entre 30 y 70 kilos de gamba capturados en los días en que estas embarcaciones faenan en caladeros de gamba.

La pesca de la gamba se había iniciado en Baleares en 1949 y en 1953 el oceanógrafo Miquel Oliver inició un proyecto para el estudio del margen continental de Menorca y de sus posibilidades de explotación pesquera. Con el arrastero de Maó La Rosario, equipado con un motor Laval de 100 caballos de potencia y patroneado por su armador Pepe Melsión, se realizaron 5 operaciones de arrastre. Un total de 13 horas de arrastre, y una captura de casi 1000 Kg de gamba, con un rendimiento medio de 72 Kg/hora de gamba. Unos caladeros vírgenes en los que se lograban muy buenas capturas y en los que 50 años después se han estabilizado en un rendimiento sostenible de en torno a los 10 Kg/hora. En cualquier caso, dos rendimientos separados por un abismo, lo que nos induce a pensar que el actual modelo de explotación del recurso podría mejorarse llevándolo al rendimiento máximo sostenible de la pesquería. Pero para ello deberíamos aplicar un modelo de explotación más racional. Un modelo que se viene intentando establecer sin éxito, a través de una gestión pesquera más eficaz, desde los años 70 del siglo XX.

Cuando se inició la pesca de la gamba la potencia de los arrastreros era, como en el caso de La Rosario, de entorno a los 100 caballos, mientras que en la actualidad la potencia de los arrastreros oscila entre los 500 y los 1000 caballos. Mucha más potencia, es decir mucho mas consumo de combustible, un combustible que está aumentando de precio de forma exponencial. Capturas estables de difícil comercialización y aumento de los costes de explotación, una ecuación complicada. Ciertamente, cuando el producto de esta actividad pesquera llega al mercado no alcanza unos precios que hagan rentable la actividad extractiva. Además, la crisis limita el poder adquisitivo de las familias y los hábitos alimenticios de las nuevas generaciones cada vez están más alejados del producto fresco de la pesca extractiva local dificultando una política de precios más agresiva.

En resumen, a pesar de que los recursos se mantienen en un estado de explotación aceptable, se carece de un modelo de explotación y de una infraestructura industrial para explotarlos de forma eficaz, al tiempo que el mercado se resiste a tratar al producto de esta industria de forma que la haga rentable. LEER MAS

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